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¿Me duele la regla, es endometriosis?

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Seguro que en tu entorno conoces a alguna chica que está sufriendo fuertes dolores menstruales y ni siquiera tiene un diagnóstico claro de por qué, o le han dicho que es normal que la regla duela. Se estima que el 50% de las adolescentes con dolor en la menstruación lo tienen como síntoma de endometriosis. La endometriosis concretamente causa el 50% de los casos de esterilidad femenina. Podría ser endometriosis. La endometriosis es una enfermedad inflamatoria, crónica, tumoral benigna que produce dolor y no tiene cura. Tradicionalmente se han ocupado de ella los ginecólogos recurriendo a la cirugía -actualmente con laparoscopia- y a la terapia hormonal. Sin embargo, ahora sabemos que es una enfermedad con componente familiar, alimentada por los estrógenos, que afecta al sistema inmunológico y que no se limita al aparato reproductor de las mujeres que la sufren, siendo invasiva y potencialmente incapacitante por el dolor. En contra de lo que se suele pensar, la endometriosis no es “solo” un dolor de regla. Es una enfermedad muy compleja (“multisistémica”) de la que no sabemos muchas cosas. Precisa aún mucha investigación básica para conocer bien sus causas y mecanismos de acción. Esta falta de investigación limita y condiciona las opciones de tratamiento de su dolor, que muchas veces lleva a las pacientes a cirugías repetidas y a unidades del dolor. Actualmente no tiene cura.

¿Qué es la endometriosis?

La endometriosis aparece cuando el tejido endometrial, que debería estar situado en el útero, aparece fuera de él y sigue respondiendo a tus cambios hormonales… a la par que tu ciclo menstrual, el endometrio crece, se inflama y sangra… con la diferencia de que está implantado en cualquier tejido del cuerpo (tumor). Normalmente se encuentra en la cavidad abdominal y pélvica (peritoneo). Lo más frecuente es que afecte a los ovarios (en forma de quistes), detrás del útero, ligamentos que sujetan el útero al sacro, trompas de Falopio, vejiga, riñones, intestino… Y se han descrito casos en los que la endometriosis llega a afectar a los pulmones, el diafragma, el corazón… El crecimiento y sangrado del endometrio fuera de su “lugar natural” provoca adherencias, quistes, cicatrices… inflamación y dolor… mucho dolor.
La mayoría de los síntomas se concentran en la zona pélvica y esto lo percibimos las pacientes desde niñas; lo que ocurre es que esos síntomas no se asocian con algo ginecológico o de todo el cuerpo. Según un estudio en el que participó el Hospital Clínico de Barcelona (2014) se tardan 10 años desde la primera regla en tener un diagnóstico de endometriosis… salvo que tu ginecólogo, urólogo o gastroenterólogo esté familiarizado o entrenado en el diagnóstico de la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas de la endometriosis?

Los más frecuentes son:
  • Un fuerte dolor de regla o que aparece durante la ovulación (cólicos a mitad del periodo) que no cede con los analgésicos y antiinflamatorios habituales como el ibuprofeno, el paracetamol o la aspirina.
  • Sentir dolor durante la penetración y/o tras tener un orgasmo. Esto se debe a los espasmos del útero durante el clímax y también a la presencia de “implantes” de endometriosis en los ligamentos útero-sacros y en el espacio entre el útero y el recto (fondo de saco de Douglas). Es típico también el sangrado del cuello de la matriz (cérvix) y de la vagina durante/tras las relaciones sexuales. Además, provoca sangrados no menstruales ni relacionados con actividad sexual: la mucosa vaginal está muy vascularizada.
  • La “endo” podría causar dolor durante y tras la defecación o la orina, o provocar la sensación de la vejiga llena siempre. El sangrado rectal en estas chicas podría indicar endometriosis rectovaginal. Al igual que el sangrado con la orina, aparte de infección, podría indicar cistitis intersticial.
  • Así mismo, las mujeres con endometriosis suelen sufrir molestias gastrointestinales, principalmente gases; problemas para digerir, diarrea y estreñimiento, estómago delicado o intolerancias alimentarias, sensibilidad no celiaca al gluten/trigo desde la infancia/adolescencia (se suele diagnosticar antes y confundir el síndrome del intestino irritable que endometriosis intestinal).
  • También puede acompañarse de migrañas premenstruales o en la ovulación que duran días enteros…
  • El dolor pélvico (gran pesadez y tirantez en la tripa tras hacer esfuerzos como coger en brazos a una niña/o, o estar mucho tiempo de pie o sentada), edema abdominal (retención de líquidos que provoca la característica tripa hinchada), dolor lumbar (de riñones) y/o dolor o calambres en las piernas (caderas y muslos, síndrome del piramidal e incluso ciática) están presentes en casi todas las mujeres con endometriosis.
  Un afortunado 20% de las mujeres que tienen endometriosis no siente molestias nunca, ni siquiera con su menstruación, y sólo se entera del diagnóstico cuando sufre una cirugía abdominal por otras causas o está intentando un embarazo. Para el resto -80% de las mujeres que sufre endometriosis-, la enfermedad condiciona de una u otra manera su vida.

¿Cómo podemos atajar esto?

Con un buen asesoramiento en el ciclo menstrual, un cambio de hábitos de vida, reduciendo la exposición a estrógenos en alimentación y ambiente, usando productos de higiene femenina hipoalergénicos y de materiales ecológicos como la copa menstrual o las compresas de algodón ecológico, acudiendo a una ginecóloga y endocrina expertas en endometriosis y trabajando los aspectos psicosexuales de la enfermedad, que es muy dura para las mujeres, sus familias y sus partenaires sexuales. Firma este artículo: www.meduelelaregla.com

Irene Aterido se ha especializado en el endocoaching; el coaching menstrual llevado específicamente a las mujeres que padecen trastornos del útero y que afectan a la calidad de vida. Aboga por terapias naturales que incluyan cuerpo-mente teniendo en cuenta los últimos estudios científicos sobre la menstruación, la psicología del dolor y la sexología.

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