Patologías y salud menstrual

7 consejos sobre salud femenina que son PELIGROSOS

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¡Ay, los consejos! Cuántas veces habremos acudido a nuestro médico de cabecera el Dr.Google, o habremos llamado a las tantas a esa amiga que sabe “de todo” para preguntarle cualquier cosa sobre salud femenina. Aquella vez que confiaste plenamente de una recomendación que escuchaste por ahí o leíste en no sé dónde. O incluso una sugerencia “extraña” que viene de la mano de alguien en quien confías… ¡Podrían ser muy peligrosos!

El propio tabú que existe en torno a nuestro cuerpo, nuestra higiene íntima, o comportamientos que hemos interiorizado como prácticas “normales”, podrían ser contraproducentes para nuestra salud vulvovaginal. Por eso, he recopilado 7 consejos -que me han contado o nos habéis consultado– que pueden ser malos para nosotras mismas, ¡Coge papel y boli!

1. “Quedarse embarazada para ayudar a tu dolor menstrual”

Aunque parece una leyenda urbana, es cierto que muchas mujeres aseguran que sienten que su dolor menstrual mejora tras el parto. Nos llega que incluso, en algunos casos, algunos profesionales han sugerido a sus pacientes “que se queden embarazadas para mejorar su dolor menstrual”. 

Pero, ¿realmente tiene una explicación científica? No parece haber pruebas concluyentes sobre este tema, pero parece que puede deberse a la influencia de la progesterona sobre el útero

La progesterona, influye sobre todo en la fase lútea de nuestro ciclo menstrual y la hormona con mayores niveles durante la premenstruación, también predomina durante el embarazo y evita que se produzcan contracciones antes del parto.

Cuando menstruamos, también se producen pequeñas “contracciones” para poder liberar la sangre. Por eso, creen que la influencia de la progesterona durante el embarazo pueda hacer que el útero esté menos predispuesto a las contracciones cuando volvamos a menstruar y, por tanto, disminuyan los dolores.

Otros ponen el foco en el cuello del útero: piensan que los dolores menstruales tienen su origen en el estrechamiento del cuello del útero. Por eso, después del parto, al estar más “dilatado”, puede que haya un descenso de las molestias. 

Sea o no cierto, en ningún caso ninguna persona debería poner en la balanza que te quedes embarazada para disminuir los síntomas de la menstruación. Sabemos que el embarazo lleva consigo una enorme responsabilidad y en ningún momento debería ser una recomendación médica, o un consejo -venga de quien venga- que debamos tomarnos en serio. Ojalá que siempre sea por una decisión libre, llena de seguridad y amor.

2. “Tener sexo durante la menstruación para NO quedarte embarazada”

En realidad, puedes quedarte embarazada casi en cualquier momento de tu ciclo menstrual. Aunque la ovulación solo se da durante 24 horas, los espermatozoides pueden vivir aproximadamente 7 días en la vagina. Por eso, es importantísimo saber con certeza qué día estás ovulando (y eso, a veces, es complicado saber con precisión).

Las probabilidades de que te quedes embarazada durante la menstruación, aún así, son muy bajitas. Ten en cuenta que la mayoría de las veces ovulas después de unos 14 días desde el primer día de sangrado. Por tanto, es muy improbable que tu ovulación se adelante tanto… ¡Pero no imposible! Sobre todo si el sexo se produjo los últimos días de tu menstruación.

¡Ah! Y si no utilizas protección -en concreto, el preservativo- igualmente puedes estar expuesta a enfermedades de transmisión sexual. Tener sexo durante la menstruación sigue siendo un gran tabú y no es peligroso. De hecho, a veces nos olvidamos de que el sexo va mucho más allá de la penetración, y también puede ser un momento genial para experimentar. Incluso puede ayudarte a aliviar las molestias menstruales con la ayuda del placer y la liberación de endorfinas. 

Pero en ningún caso la menstruación te protegerá de contraer enfermedades de transmisión sexual o te alejará de un posible embarazo. Por tanto, lo mejor es que interiorices lo que deseas en ese momento y pongas todas las medidas para que estés tranquila y segura.

3. “No hacer revisiones o visitar al ginecólogo/a | La amenorrea y el caso de Mimi XXL”

Si tienes cualquier duda, pregunta, o simplemente quieres llevar un control sobre tu salud ginecológa… ¡Tienes derecho, siempre!

Un/a profesional te atenderá sin hacer juicios, sin tratar con condescendencia, sin valorar tu problema (si lo tienes) desde una perspectiva moral. Porque están ahí para ayudarte.

Pero, como ocurre con muchas cosas,  siempre hay excepciones. Un ejemplo de ello es el caso de la youtuber MimiXXL que denunció a su ginecóloga por el trato que recibió al querer cerciorarse de que todo iba bien con su caso de amenorrea primaria- que conlleva la ausencia de la menstruación- tras 10 años sin hacer una revisión. Y, también, por entrar en temas personales sobre su decisión de no tener hijos.

Ten en cuenta que siempre tienes la posibilidad de pedir ayuda a otro/a profesional, una segunda opinión o denunciar si has recibido un trato que consideres degradatorio. Tú también tienes el poder de tu salud ginecológica.

4. “La depilación genital es por higiene”

¡No! La depilación genital siempre es una elección, no una necesidad higiénica. De hecho, ocurre justamente al revés: nuestro vello es una de las barreras más potentes que tiene la vulva para protegernos de infecciones, agentes patógenos o enfermedades de transmisión sexual. 

Por eso, si alguien te aconseja que una de las mejores cosas para tu “salud femenina” sea la depilación integral, explícale amablemente que es una cuestión puramente estética y libre -que empezó a ponerse de moda en los 90-, pero que NO te hace más o menos higiénica.

Además, el vello de esa zona suele ser más grueso precisamente para que la vulva no esté en contacto directo con nada y sirve de protección contra las bacterias y otras enfermedades.

Ante eso, piensa siempre qué es lo que buscas tú: cómo quieres verte y cuidarte. Porque solo tú decides sobre tu cuerpo.

5. “Hacer ‘duchas vaginales’ para estar más ‘limpia’ o evitar olores”

Si existe la creencia de que la depilación genital femenina es higiénica, ¡no hablemos de los “olores”!

Lo cierto es que la vulva NO huele mal. Está compuesta por 2.100 moléculas aromáticas que son resultado de la combinación de lo que metabolizamos y lo que metabolizan las bacterias que hay en la vulva.

En la vulva y la vagina conviven multitud de bacterias que son “buenas” y deben mantenerse en equilibrio para no desarrollar infecciones. Y para ello, lo único que necesitamos es buenos hábitos higiénicos: como llevar ropa interior transpirable (mejor de algodón), tener una buena alimentación y limpiar la zona únicamente con agua. O si lo prefieres, con jabón especial para la vulva y mejor si es por recomendación médica.

Ese equilibrio en el ph de tu vulva y vagina será súper importante para mantenerte sana. Por eso, las duchas vaginales NO son nada recomendadas porque alteran esa microbiota. Tampoco los baños de vapor vaginales, porque además puedes quemarte e irritarte la zona.

6. “Juzgar algo de tu cuerpo que NO tiene que ver con tu salud ginecológica”

En la variedad está la magia. Y lo ideal es que hagas “oídos sordos” a cualquier comentario no pedido sobre tu anatomía. Puedes tener los labios externos más separados o con cierta asimetría, manchas de nacimiento… Lo que está claro es que tu cuerpo no es igual a ningún otro.

¿Y por qué esto entra en la lista de los “malos consejos” para tu salud ginecológica? Pues porque también nos importa la salud mental, la autopercepción de nosotras mismas y nuestro cuerpo.

Es igual de importante tener buenas prácticas de salud femenina como aceptar nuestra vulva tal y como es

Un buen tip para estos casos: mírate en el espejo y observa tu vulva. Dibújala, comprende sus partes. Verás como poco a poco, con ayuda del autoconocimiento, aprenderás a “ignorar” cualquier tipo de comentario.

7. “No leer la ‘letra pequeña’ de algunos productos de salud femenina”

Y por último, pero nunca menos importante, lee TODO muy bien. Si te dicen que da igual, que es “seguro”… Piensa que porque algo esté indicado como “seguro” no significa que no sea perjudicial (sobre todo a largo plazo) para tu salud.

Consulta siempre con tu médico/a cualquier medicamento que vayas a consumir, mira muy bien todas las fechas de caducidad y pide si lo necesitas una segunda opinión. En temas de salud femenina, lo mejor es reflexionar sobre si realmente lo hacemos por mejorar nuestra salud o por cumplir con lo que se ha normalizado.

Por ejemplo, muchos productos de higiene menstrual, aunque son aptos, contienen perfumes que resultan irritantes para nuestra vulva y pueden alterar el ph del que hablábamos antes. 

Al final, el mejor consejo que existe sobre nuestra salud ginecológica siempre es el conocimiento. Porque sí: ¡tú tienes todo el poder sobre ti misma!

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