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Candidiasis ¿Qué es y cuáles son sus síntomas?
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Los picores, el flujo extraño, la micción dolorosa, el enrojecimiento de la vulva y esa sensación de que “algo no va bien”… ¿Te suena? Para mí, esos síntomas fueron parte de una realidad silenciosa a la que tardé mucho en poner nombre: la candidiasis vaginal.
Durante un tiempo llegué a confundir la candidiasis con las infecciones de orina. Luego, abusé de tantos medicamentos que los tratamientos dejaron de hacerme efecto. Cuando empecé a hablar con mis amigas del tema, entendí que no estaba sola: algunas sufrían candidiasis vaginal cada vez que estaban en fase menstrual y otras la habían asumido como una “característica” de su ciclo.
Descubrí que incluso mi madre había tenido candidiasis cuando estaba embarazada de mí. Es muy curioso cómo algo se vuelve real cuando lo preguntas, lo cuestionas, lo hablas con el resto de mujeres de tu entorno…
Hasta qué punto es importante sentirnos escuchadas y comprendidas. Gracias a eso, empecé a descubrir que la candidiasis vaginal es más común de lo que yo creía: se estima que tres de cada cuatro mujeres la han sufrido a lo largo de su vida, y una gran mayoría pasarán a tenerlo de forma crónica.
¿Qué es la candidiasis?
La candidiasis vaginal es la infección provocada por un tipo de hongo conocido como cándida, que a menudo se encuentra en pequeñas cantidades en la vagina.
Una de las cosas maravillosas que descubrí cuando empecé a interesarme por mi cuerpo fue que la vagina tiene su propio ecosistema. En ella habitan gran cantidad de microorganismos y existen por buenos motivos: nos ayudan a protegernos de enfermedades y hacen posible la salud de nuestro órgano sexual.
Entonces, ¿por qué la cándida, que en principio no es dañina, puede provocarnos una infección? Pues el problema radica cuando se produce un incremento descontrolado del hongo “candida albicans”. Este hongo puede aumentar cuando tu sistema inmunitario está debilitado o cuando las bacterias “beneficiosas” no son capaces de mantener al hongo bajo control.
La candidiasis es tan común porque es normal que existan desequilibrios en el ph de nuestra vagina. La infección vaginal puede venir marcada simplemente por cambios en la temperatura o humedad.
¿Y qué nos provocan esos cambios? Pues algo tan natural como una transición brusca en los vaivenes hormonales de nuestro ciclo menstrual, estar embarazada, tener estrés o cualquier enfermedad que haya debilitado nuestro sistema inmune.
Aún así, creo que estarás conmigo en que por mucho que algo sea “habitual” no significa que lo debamos “aceptar”. Porque a pesar de que es una enfermedad común y de fácil curación (en principio) tiene un gran peligro: llegar a resignarnos y realizar un tratamiento superficial hasta que se vuelva una enfermedad crónica.
¿Sólo afecta a las mujeres?
¡No! Aunque es más frecuente en mujeres, los hombres también pueden tener candidiasis. En su caso, la infección suele causarles hinchazón en sus órganos sexuales. Normalmente los síntomas están relacionados con los dolores provocados por la inflamación de la cabeza del pene, conocida como balanitis.
Además, la candidiasis es bastante contagiosa y puede propagarse a través del sexo. De hecho, ¿has escuchado alguna vez que la candidiasis es una enfermedad de transmisión sexual?
¡Pues es un mito! Aunque es cierto que se puede contagiar con las prácticas sexuales, la candidiasis no está considerada como una ETS, ya que puedes tener candidiasis sin necesidad de haber tenido relaciones sexuales. Por eso, para prevenirlo, nuestro mejor aliado siempre serán los preservativos o protectores bucales en el caso del sexo oral.
Otro dato muy interesante de la candidiasis es que no solo ocurre en los órganos reproductores. La cándida está presente en muchas partes del cuerpo, sobre todo en los pliegues: las axilas, ingles, en el cuello e incluso entre los dedos del pie o de la mano.
No solo los adultos pueden tener candidiasis: los/as niños/as también tienden a verse afectados. Al final la “candida albicans” es una levadura (un tipo de hongo) que puede aparecer de muchas formas, independientemente de la edad o el sexo.
Cuando aparece en la boca se le suele llamar “muguet” en lugar de “candidiasis oral”. Lo más frecuente es que aparezca en bebés lactantes, que tienen el hongo en la boca y el tubo digestivo y pueden sufrir la infección si se produce una reproducción excesiva de la candida.
También podemos tener candidiasis en el aparato digestivo, en el esófago, en el aparato respiratorio… Por eso, para tratar la infección, lo mejor que podemos hacer es entenderla de forma “integral” y prevenirla reforzando nuestro sistema inmunológico.
Síntomas de la candidiasis
El primer paso para identificar si tienes candidiasis o no, es conocer tu cuerpo: saber a la perfección cómo es tu ciclo, los cambios en tu flujo a lo largo de las fases, tus cambios hormonales…
Y te lo digo por experiencia personal: mis prejuicios me han impedido muchas veces buscar soluciones tempranas. No basta con saber qué es lo habitual.
Lo ideal es saber qué es “lo normal para ti” y por qué. Para que, en el caso de tener síntomas sospechosos, puedas saber si es parte de los procesos que vive tu cuerpo a lo largo del ciclo o se trata de algo nuevo que debes resolver con un/a profesional.
A veces podemos confundir los síntomas de la candidiasis con los de otra infección vulvovaginal. Hemos sacado un curso de Salud Vulvovaginal con la ginecóloga Miriam Al-Adib en el que te enseña a diferenciar muy bien todos esos síntomas de los que hablamos
-Picazón extrema en la vagina y/o vulva
Los picores son normales… Pero si sientes que son incontrolables, algo parecido a un “hormigueo” por la zona de la vulva o la vagina y una sensación de incomodidad constante… Puede que se trate de una de las primeras señales de candidiasis vaginal.
Evita utilizar cremas en esa zona si no es por recomendación específica de tu ginecólogo/a. Aunque creas que pueden aliviar el picor, al final será mucho peor si “desequilibras” con más productos la flora vaginal.
-Flujo vaginal anormal
El aspecto del flujo cuando tienes candidiasis suele ser más espeso, de color blanco, ligeramente cremoso o acuoso de lo normal. Además puede contener “grumos” (aspecto de requesón) y no tiene por qué tener mal olor, aunque dependerá de cada caso.
Es importante conocer cómo es nuestro flujo a lo largo del ciclo menstrual, porque yo, por ejemplo, llegué a confundirlo con el flujo de la etapa preovulatoria. Ambos pueden ser espesos, húmedos o cremosos y también comparten el color blanquecino. La diferencia es que el flujo de la etapa preovulatoria puede llegar a ser grisáceo, o incluso amarillento y el flujo provocado por la candidiasis suele ser mucho más blanco, espeso y viene en más cantidad.
-Ardor y prurito en los labios y en la vagina
La sensación es como si esa zona estuviera a “más temperatura de lo normal”, y pueden llegar a salir pruritos en los labios de la vulva, que solo se alivian si se rascan. Sé que es difícil, pero intenta no tocarlos… Podrías hacerte heridas, llagas o complicar aún más la sensación de quemazón.
-Relaciones sexuales dolorosas
Por lo general, tener sexo no nos debería doler. Pero, si nunca has tenido relaciones sexuales dolorosas y presentas síntomas… Puede que sea otro motivo más para sospechar que puedes tener candidiasis vaginal.
Es interesante que hagamos el ejercicio de buscar los motivos por lo que nos duele antes de llegar a ninguna conclusión: pensar si estás bien lubricada, la salud sexual de la pareja, preguntarnos si estamos viviendo una época de estrés…
-Micción dolorosa
Sí, al igual que otras infecciones, la candidiasis tiene como síntoma el dolor al orinar. Este fue uno de los motivos por los que tardé en saber qué me pasaba: confundía ese malestar con la cistitis u otras infecciones vaginales como por ejemplo la vaginosis bacteriana.
Por eso es importante observar si sufrimos más síntomas paralelamente y descubrir las pequeñas diferencias para poder definir qué nos pasa antes de comunicárselo a nuestro/a ginecólogo/a.
-Enrojecimiento e inflamación en la vulva
Otra de las características de la candidiasis es el hinchazón. Por lo que es normal que si se enrojece levemente o nos da la sensación de “tensión” en esa zona.
Causas de la candidiasis vaginal
Las causas más frecuentes de la candidiasis en mujeres suelen tener relación con todos aquellos factores que nos “compliquen” el equilibrio del ph de la vagina.
La vagina tiene su propio “mundo” y en él hay bacterias que regulan el crecimiento de los hongos. Se llaman “lactobacillus” y son las encargadas de estar en primera línea de batalla para que los hongos no se reproduzcan descontroladamente y lleguen a capas celulares más profundas.
Pero, en ocasiones, nuestro sistema inmune no está lo suficientemente “preparado” para luchar contra las infecciones:
-El estrés
Te suena, ¿no? El estrés nos perjudica y es responsable de muchos problemas de salud. En mi caso, por ejemplo, suelo tener candidiasis u otras infecciones en épocas de estrés, en los que no me alimento bien o no descanso como debería… Y por lo tanto, es más fácil que mi flora vaginal se desequilibre.
–El uso continuado de antibióticos
En otros casos las causas de las candidiasis en mujeres pueden venir por el uso de antibióticos para tratar otras enfermedades.
El “lado oscuro” de los antibióticos es que pueden provocar cambios en la flora y en los microorganismos de la vagina. Se ha demostrado que algunos de ellos atacan al “lactobacillus vaginal” y lo eliminan, facilitando que la “candida” se descontrole.
–El consumo de anticonceptivos orales o terapias hormonales
El uso de anticonceptivos orales puede facilitar la propagación de la candidiasis, ya que las pastillas inhiben ciertas hormonas que resultan esenciales para el equilibrio del órgano sexual.
Otros tipos de terapias hormonales, como las que aumentan los niveles de estrógeno, también pueden facilitar la candidiasis.
-Higiene inadecuada para el ph de nuestra vagina
Muchos de los problemas relacionados con la vagina suelen venir por el concepto erróneo de higiene que tenemos socialmente. La higiene tiene que estar enfocada a la “mayor simplicidad” posible. Los desodorantes vaginales o los jabones perfumados pueden acabar con la acidez de la vagina, que es importantísima para erradicar las enfermedades infecciosas. También es importante usar ropa que holgada y transpirable.
¿Cuándo es más fácil tener candidiasis?
Cualquier mujer puede padecer una candidiasis a lo largo de su vida. De hecho, un 50% de las mujeres la sufrirán de forma recurrente. Pero sí es cierto que existen unas condiciones que favorecen la infección y que las hacen más vulnerables.
Por ejemplo, las mujeres embarazadas son más propensas a sufrir candidiasis. ¿El motivo? Pues porque los cambios hormonales naturales en la gestación pueden irrumpir en la reproducción descontrolada de la candida. También durante la menopausia, ya que se produce una disminución de estrógenos que cambia la microbiota de la vagina.
Existen enfermedades que pueden ayudar a la infección. Si tienes diabetes, sobre todo si no la tienes controlada, los niveles de azúcar en sangre de tu cuerpo pueden favorecer la aparición de candidiasis.
Y, sobre todo, todas aquellas mujeres que tengan alguna enfermedad que debilite su sistema inmunológico, como el VIH.
Candidiasis vaginal en verano
¿Sabías que la candidiasis vaginal en verano es muy frecuente? En verano solemos llevar bikinis y/o bañadores que están mucho tiempo húmedos, lo que crea el caldo de cultivo perfecto para la reproducción descontrolada de hongos y bacterias. Especialmente de la Cándida Albicans. En este post del blog te cuento todo sobre cómo prevenir la candidiasis en la época estival.
Prevención de la candidiasis vaginal
Si sientes que tienes todos o casi todos los síntomas, lo mejor es que vayas al médico. El tratamiento suele ser muy sencillo y normalmente te recetan cremas, ungüentos, o supositorios, entre otras cosas.
Aunque lo más efectivo -y lo más difícil- es tratar de prevenirlo. Ten en cuenta que es una enfermedad infecciosa, y puedes padecerla reiteradamente si no tenemos un poco de cuidado
Existen algunos trucos que pueden ayudarnos a mantener este hongo a raya:
–Si el bañador está mojado y no vas a volver a bañarte… ¡Cámbiate! Aunque solo sea un rato, la humedad puede ser el cultivo perfecto para la formación de candidiasis vaginal.
–Evita la ropa interior sintética y prioriza las prendas de algodón. Los materiales sintéticos hacen que impiden que la vagina transpire.
–Higiene adecuada para tu vagina. Evita perfumes, aerosoles, o cualquier producto que rompa la flora natural de tu órgano sexual. Menos siempre es más.
–Productos que ayuden a la higiene menstrual. La menstruación es una etapa especialmente sensible para las infecciones. Por eso, evita los tampones o compresas que tengan “perfumes” que puedan irritar a la vagina.
La copa menstrual o las compresas reutilizables son mi gran apuesta para cuidar la higiene, ya que están hechos con productos naturales que no interfieren en el ph de la vagina.
-No abuses de antibióticos. Intenta llevar un control sobre los tratamientos que te tomas, muchas veces no llevamos un seguimiento y desconocemos los efectos que pueden tener en nuestro cuerpo.
Y, sobre todo, pregunta, investiga, no te conformes con el dolor. No te quedes con la duda: mira sin miedo tu cuerpo, conoce cómo es tu ciclo menstrual.
Para ayudarte a prevenir picores y problemas en tu salud vaginal, la doctora Miriam Al Adib y yo hemos desarrollado esta guía GRATUITA con 10 puntos claves que puedes implementar en tu día a día.
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