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Disruptores endocrinos y equilibrio hormonal
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A veces los desajustes hormonales pueden estar causados por cosas que no parecen tener nada que ver con el ciclo menstrual. Es por eso que en muchas ocasiones no entendemos qué le está pasando a nuestro cuerpo… ¿Por qué no me baja la menstruación de forma regular? ¿Si llevo una vida activa y saludable por qué no puedo quedarme embarazada? Y es que los disruptores endocrinos están presentes en nuestro día a día sin darnos cuenta…
Convivimos con ellos, y afectan negativamente a nuestro equilibrio hormonal, sin embargo no se habla de ello en casi ningún sitio. Ni en los productos que los contienen, ni en la televisión, y muy puntualmente en la prensa u otros medios de comunicación. Pero sí, los disruptores hormonales pueden estar afectando a tus desajustes menstruales o incluso a otras enfermedades y síntomas más graves.
Sigue leyendo para saber bien qué son exactamente los disruptores endocrinos, qué tipos existen, dónde se encuentran y lo más importante, cómo evitarlos.
¿Qué son los disruptores endocrinos?
Los disruptores endocrinos (en inglés conocido con las siglas ECDs) son sustancias químicas, la mayoría sintéticas, capaces de alterar nuestro sistema endocrino (el encargado de liberar las diferentes hormonas de nuestro cuerpo). Cuando este sistema se altera, pueden verse afectadas funciones vitales como el sueño, el metabolismo, el crecimiento y por supuesto, nuestro ciclo menstrual.
Por ello, a estas sustancias se les conoce también como “contaminantes hormonales”. Entre los más comunes se encuentran las dioxinas, los bisfenoles, los ftalatos y algunos pesticidas. Algunos nombres te sonarán de lo más extraños (a mí me pasó igual), pero créeme que más adelante te hablaré de donde están presentes y eso te será mucho más familiar…
Pero antes de continuar, y para que puedas entender por qué es tan urgente que las mujeres conozcamos los disruptores hormonales, quiero destacar cuáles son algunas de las consecuencias que pueden tener en nuestra salud.
Este informe de las Naciones Unidas y la OMS, el más extenso hasta la fecha sobre disruptores endocrinos, señaló una relación entre estos y el desarrollo de enfermedades como el cáncer de mama, tiroides, próstata, e incluso la hiperactividad en los niños. Pero insiste en que se necesita MÁS INVESTIGACIÓN.
También son ya algunos los estudios, aunque pequeños, que destacan una posible relación entre la exposición a algunos de estos disruptores y enfermedades relacionadas con el ciclo menstrual como la endometriosis o el síndrome de ovario poliquístico (SOP). Aquí puedes leer más al respecto en el artículo publicado por la revista médica Lancet Diabetes Endocrinol.
Disruptores endocrinos en productos de higiene menstrual
Ahora que sabemos qué son los disruptores endocrinos, la pregunta que todas nos hacemos es… ¿dónde se encuentran?
Pues empezaré por lo que más relación tiene con nuestra menstruación. ¿Te suena la palabra dioxinas? Seguro que si nos lees desde hace tiempo sí, porque lo he repetido muchas veces…Los tampones y las compresas que encontramos en los supermercados además de cloros y plásticos, contienen dioxinas que se producen en el proceso de blanquear el algodón y las fibras.
Pero no solo eso, la mayoría de tampones y compresas convencionales, contienen en mayor o menor medida poliéster (plástico) y restos de pesticidas procedentes del algodón no ecológico con el que se fabrican.
En su último análisis, la ANSES (Agencia Nacional para la Seguridad Alimentaria del Medioambiente y el Trabajo francesa) señaló la presencia de dioxinas, ftalatos, así como los rastros de el herbicida Monsanto, glifosato, en productos para la menstruación desechables. Entre estas sustancias preocupaba especialmente el DEPH, un tipo de ftalato que se asocia a la infertilidad.
Todos estos componentes son disruptores endocrinos y se acumulan en nuestro cuerpo, ocasionando muchos de los problemas de forma prácticamente “invisible”.
Disruptores endocrinos en alimentos
Muchos de los alimentos que podemos consumir contienen disruptores endocrinos, ya bien sea por el material en el que vienen envasados, o por el tratamiento que se le ha dado al alimento en sí.
Debido a la sobreproducción de animales para el consumo cárnico, se utilizan piensos y alimentos que contienen hormonas sintéticas para engordar a los ganados que son disruptores y que pasan a nuestro organismo cuando comemos.
También la mayoría de pesticidas y herbicidas que se utilizan para tratar los campos de cereales o las hortalizas para conservarlas durante más tiempo y que no tengan parásitos, también son disruptores: el organoclorado, los organofos-forados, las piretrinas y piretroides, fungicidas…
Estos los podemos encontrar tanto en alimentos (provenientes de agricultura no ecológica), como en productos de jardinería.
Disruptores endocrinos en cosméticos
Cómo he dicho antes, convivimos con estos disruptores hormonales diariamente y seguro que alguna vez te has comprado una crema facial, un pintalabios o un champú sin ni siquiera fijarse bien en sus componentes, ¿No es así? Los disruptores endocrinos cosméticos también existen.
Esta es una de las razones por las que cada vez son más las mujeres, que no solo optan por productos sostenibles como la copa menstrual, sino que para mejorar su salud hormonal, utilizan cosmética natural y ecológica. Porque sí… sin duda los disruptores hormonales están muy presentes en cosméticos.
Entre los productos cosméticos, los disruptores hormonales más comunes son los parabenos o el triclosan, los filtros UV, almizcles…Todo estos se encuentran comúnmente en los jabones de ducha, cremas y champús.
En CYCLO creamos un jabón neutro especial para lavar las compresas de tela que también sirve como jabón facial o de manos, incluso para la ducha, ya que es un jabón sin ningún tipo de parabeno, natural y respetuoso con tu PH. Y créeme, deja la piel super suave.
Más es menos amiga, al menos en cuanto a cosmética se refiere, busca lo que te funcione y sé minimalista en ese sentido. Tu bolsillo, tu piel y tus hormonas te lo van a agradecer.
Disruptores endocrinos y el plástico
Si antes ya pensaba que el plástico era el mayor mal a evitar, por su carácter no biodegradable y contaminante, ahora todavía lo creo más. En su mayoría contienen ftalatos y un compuesto del que hablaremos más en detalle en adelante, BPA, utilizados en la fabricación de PVC.
¿Qué es el BPA? Eso que vemos cada vez más en muchos productos de plástico “libre de BPA”, se llama: bisfenol A. El bisfenol A fue creado en un principio como hormona sintética femenina, pero cuando los investigadores descubrieron sus efectos negativos en la salud hormonal, no se pudo comercializar. Para amortizar la inversión, buscaron nuevos usos y descubrieron que podía usarse para fabricar plástico. Ese fue el comienzo de la fabricación de la mayoría de objetos que conocemos hoy en día: bolígrafos, botellas de plástico, biberones…
De hecho, algo que escuché hace tiempo, es que no debemos reutilizar botellas de plástico. Yo que soy muy de dar una segunda vida a las cosas antes de desecharlas me quedé muy sorprendida. Resulta que el plástico se degrada y todas estas sustancias químicas perjudiciales para nuestra salud pasan a nuestro organismo.
¿Por qué son perjudiciales para la salud de la mujer?
Los disruptores hormonales son perjudiciales en general para todos, hombres y mujeres. En ambos pueden influir en la aparición de enfermedades respiratorias, reproductivas, metabólicas, neurológicas o trastornos cardiovasculares.
Sin embargo, las mujeres nos vemos más afectadas por diferentes razones: nuestras características hormonales, patrones culturales (por ejemplo en el uso de cosméticos) o a una mayor presencia de tejido graso en nuestro cuerpo.
Son muchas las enfermedades que se han asociado a la exposición de estas sustancias, pero me gustaría hablar de tres en particular que nos afectan particularmente a las mujeres:
Cáncer de mama
Desafortunadamente el cáncer de mama afecta a 1 de cada 8 mujeres en todo el mundo y aunque es verdad que todos los años se dona bastante dinero para la investigación, el cáncer de mama sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer en mujeres.
Los estudios de cáncer de mama han investigado una amplia gama de disruptores hormonales y se han encontrado asociaciones positivas entre este y algunos PFAS y pesticidas organofosforados. En los resultados, se ha dejado ver que la exposición prenatal a algunos disruptores, se asocia positivamente con el cáncer de mama en las hijas. Por eso te comentaba antes que se acumulan en nuestro cuerpo y pueden pasar de una generación a otra.
Además, otros cuatro estudios que examinaron la exposición a plaguicidas y el cáncer de mama, informaron de mayor riesgo de padecerlo en mujeres expuestas a algunos de estos.
Endometriosis
Por otro lado, ya son muchos los estudios que reportan mayores niveles de disruptores endocrinos como sustancias perfluoradas (PFAS) en mujeres con endometriosis. Estos componentes se encuentran, por ejemplo, en los revestimientos antiadherentes de las sartenes y otros utensilios de cocina, en textiles impermeables o en envases de alimentos.
SOP
Por último, una investigación sacó a la luz que las mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOP) muestran niveles más altos de la sustancia industrial bisfenol A (BPA), de la que te hablaba antes, que las mujeres de esa misma edad y peso que no lo padecen. De 71 mujeres con SOP se halló que todas tenían niveles más altos de bisfenol A en comparación con 100 mujeres sanas.
Este resultado, publicado en Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, no afirma que el bisfenol cause este trastorno pero sí que se debería investigar al respecto, y la verdad espero que cuanto antes, porque no puede ser coincidencia.
¿Afectan más a las mujeres que a los hombres?
A pesar de que como he dicho antes, afectan a hombres y mujeres, las mujeres somos más vulnerables a estas sustancias debido a nuestras características hormonales, a su mayor presencia de tejido graso y a sus roles profesionales y sociales.
Además entre las posibles enfermedades a las que pueden influir los disruptores a desarrollar, muchas son exclusivas de las mujeres cómo la endometriosis, los ovarios poliquísticos, o los ciclos anovulatorios que pueden desembocar en problemas de fertilidad.
Otras, aunque sin ser exclusivas de las mujeres, somos nosotras las que tenemos un mayor riesgo de padecerlas como el cáncer de mama, y esto todavía aumenta más ese riesgo.
¿Cómo evitar los disruptores endocrinos?
Es difícil conseguir evitar absolutamente todos los disruptores hormonales, pero es cuestión de priorizar, conocer algunas cosas básicas y cambiar unos productos por otros poco a poco. Aquí te dejo algunos consejos:
1. Compra siempre que puedas productos eco:
Los productos ecológicos, ya sean de alimentación o no, normalmente están sometidos a muchos menos procesos químicos y son más naturales. Los productos de agricultura ecológica están libres de sustancias químicas tóxicas, y por tanto de disruptores hormonales. Eso sí, busca siempre que estén certificados, lo cual te asegura que han pasado los controles pertinentes:
Además, reducir nuestro consumo de carne y pescado de piscifactoría, así como optar siempre que sea posible por alternativas ecológicas, es el primer paso para reducir el consumo de otros disruptores hormonales.
Sin embargo, no seas demasiado rígida contigo misma, dado el elevado coste que tienen algunos alimentos ecológicos, más de una vez a mí también me dan ganas de crear mi propio huerto en la terraza, ¿Soy la única?
2. Utiliza productos sostenibles de higiene menstrual:
Como ya has leído, los disruptores hormonales pueden ayudar al desarrollo de enfermedades cómo endometriosis o síndrome del ovario poliquístico (SOP) en mujeres.
Esta es una de las razones por las que cuando me escribís pidiendo ayuda para empezar a vivir vuestra menstruación en positivo, lo primero que hago es recomendaros que os paséis a la copa menstrual o las compresas de tela ecológicas, como las que tenemos en CYCLO.
Pero no solo eso, es importante que optes por una copa menstrual de silicona médica, libre de plástico, así como por compresas de tela de algodón ecológico (libres de pesticidas y plásticos). Porque no, no basta con que sea reutilizable, los materiales son súper importantes para nuestra salud.
3. Fíjate en la etiqueta de lo que consumes:
Presta mucha atención a lo que compras, especialmente cosméticos, alimentos, envases o ambientadores, porque la exposición a dichos disruptores ocurre por ingesta, inhalación o vía dérmica.
4. No bebas agua embotellada en plástico
Como te explicaba antes, el plástico de las botellas de agua que tan comúnmente utilizamos se degrada y los disruptores endocrinos que lo componen pasan a nuestro organismo.
Así que recuerda, el agua mejor comprarla siempre en botella de vidrio, tomar agua directamente del grifo o usar un filtro tipo osmosis. Si no puedes, recuerda no darle un segundo uso a la botella de plástico. Eso sí, ¡Siempre al contenedor amarillo!
Y por último, me gustaría recordarte que sé que a veces, sobre todo al principio, puede resultar muy difícil saber dónde se encuentran los disruptores endocrinos y mucho más llegar a evitar la exposición a todos y cada uno de ellos (por no decir imposible). Pero espero que este post te ayude un poco a orientarte y saber qué productos pueden estar siendo más perjudiciales en tu caso.
Be a #TabooBreaker