Sin embargo, el solo hecho de que la sangre menstrual sea señal de que somos fértiles, y por lo tanto
capaz de generar una vida humana con esa sangre…¿No te da que pensar? Quizá no sea solo un desecho.
¿Qué compone la sangre menstrual?
- La sangre menstrual está compuesta de agua, células muertas del endometrio, lípidos, proteínas y hormonas como la progesterona.
- Así mismo su contenido tiene cierto número de contaminantes orgánicos según el reciente estudio de la Universidad de Granada.
Y atención, porque aquí viene
el ingrediente secreto y más valioso de nuestra sangre menstrual…
Nuestra sangre menstrual contiene más células madre que las obtenidas de la médula ósea.
Nuestra sangre menstrual está contaminada
Dentro del
estudio científico pionero mundialmente, en el que las ginecólogas Enriqueta Barranco y Olga Ocón Hernández analizan la sangre menstrual de 70 mujeres, se ha encontrado contaminantes como los
parabenos y las benzofenomas, procedentes de los cosméticos que utilizamos y nuestro estilo de vida.
Un total de 10 químicos fueron encontrados en la sangre menstrual de 25 mujeres y al menos 6 de ellos aparecen en todas las menstruaciones.
Para la doctora Barranco,
la relación entre la presencia de estos químicos y el aumento de los casos de dolor menstrual y endometriosis está clara. Los parabenos se parecen mucho desde el punto de vista a molecular a los estrógenos, por lo que cuando estos químicos pasan al organismo producen un efecto disruptor.
Asi que más que sangre sucia, quizá se trate de una sangre ensuciada y contaminada por lo productos que consumimos.
¿Qué son los coágulos?
Todas tenemos coágulos. A veces resultan desagradables y hasta asustan. Muchas mujeres experimentan molestias y notan cuando éstos coágulos pasan a través del cuello del útero. Para facilitar su tránsito puedes aplicar terapia de calor, como sacos térmicos de semillas o manta eléctrica y masaje manual. También puedes tomar
infusiones que te ayuden a que tu sangre sea más fluida se deshagan mejor.
En medicina ayurvedica, se dice que tenemos que pensar en
nuestro útero como un contenedor de miel. Si esa miel está fría, se solidificará y no saldrá. Si el útero tiene calor, la miel (nuestro flujo menstrual) se derretirá y podrá salir de manera fluida.
Los coágulos son trozos de la
mucosa endometrial que no se han terminado de deshacer del todo. No tienen por qué ser peligrosos y suelen salir los primeros día de la menstruación, cuando más sangramos.
Nuestro cuerpo genera un
anticoagulante natural para que la sangre menstrual salga más fácilmente, sin embargo a veces no es suficiente y se forman coágulos. Aspectos como la falta de hierro también influye. Se ha visto que esta falta de hierro dificulta la producción de este anticoagulante natural.
Si usas tampones, verás que éstos no absorben los coágulos. Por lo que te tendrás que cambiar más a menudo. Con la
copa menstrual es más sencillo, ya que los recoge fácilmente y facilita así su salida.
¿Qué podemos aprender del color de nuestra sangre menstrual?
En un estudio publicado por el Instituto Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) se recomienda utilizar el
color de la sangre menstrual como un
indicativo de la salud de la mujer. Igual que tradicionalmente se ha usado la orina o las heces, también puedes saber cómo está tu salud según el color de tu sangre menstrual.