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Disruptores Endocrinos: Todo lo que No Sabes y Cómo Pueden Afectar Tu Salud

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Su potencial impacto en la salud hormonal de las personas ha hecho que cada vez nos preocupemos más por los disruptores endocrinos. Lo que más nos impacta es que están presentes en prácticamente todo de nuestra vida diaria, desde productos de cuidado personal hasta envases de alimentos. Quizá hayas oído hablar de ellos o quizá todavía no sepas la magnitud de sus consecuencias, porque es tanta la información que está apareciendo en los últimos años, que muchas veces nos abrumamos. Por eso, hoy queremos simplificarla y compartirte lo que nosotras hemos aprendido y lo que más nos ha ayudado a ir eliminándolos de nuestra vida.

¿Qué Son los Disruptores Endocrinos?

Los disruptores endocrinos (EDCs, sus siglas en inglés) son sustancias químicas que pueden interferir en el sistema endocrino del cuerpo. Este sistema está compuesto por glándulas que liberan hormonas, las cuales regulan diversas funciones biológicas, como el crecimiento, el metabolismo, la reproducción y el estado de ánimo.

Lo que hace peligrosos a los disruptores endocrinos es su capacidad para imitar, bloquear o alterar las hormonas naturales del cuerpo, incluso cuando los niveles de exposición son muy bajos. Esto puede llevar a una serie de problemas de salud, que van desde trastornos reproductivos hasta cánceres hormono dependientes, problemas de desarrollo y efectos adversos en el sistema inmunológico.

¿Dónde se Encuentran los Disruptores Endocrinos?

Estos compuestos están más presentes en nuestra vida de lo que podríamos imaginar. A continuación, te mencionamos algunas de las fuentes más comunes de exposición:

  1. Plásticos y Envases de Alimentos: Productos como el bisfenol A (BPA) y los ftalatos, que se encuentran en plásticos y envases de alimentos, pueden actuar como disruptores endocrinos. Estos compuestos pueden filtrarse en los alimentos o bebidas, especialmente cuando los envases se calientan.
  2. Productos de Cuidado Personal: Muchos cosméticos, champús, jabones y lociones contienen parabenos y otros conservantes que pueden alterar el equilibrio hormonal.
  3. Pesticidas: Los pesticidas utilizados en la agricultura a menudo contienen compuestos que pueden actuar como disruptores endocrinos, afectando tanto a las personas que consumen los productos tratados como a los trabajadores agrícolas.
  4. Alimentos: La carne y los productos lácteos de animales que han sido tratados con hormonas de crecimiento pueden contener residuos de estos disruptores, los cuales pueden afectar a los consumidores.
  5. Productos de Limpieza: Algunos detergentes y productos de limpieza para el hogar contienen sustancias químicas que pueden interferir con las hormonas.

Impactos en la Salud

Los efectos de los disruptores endocrinos en la salud humana pueden ser variados. Algunos de los problemas más graves asociados a la exposición de estas sustancias incluyen:

  • Trastornos Reproductivos: Los disruptores endocrinos pueden afectar tanto a hombres como a mujeres, alterando la fertilidad, interfiriendo en el desarrollo sexual y aumentando el riesgo de malformaciones en los recién nacidos.
  • Cánceres Hormono dependientes: La exposición a disruptores endocrinos se ha relacionado con un mayor riesgo de cánceres de mama, próstata y ovario.
  • Problemas del Desarrollo: En niños, la exposición a disruptores endocrinos puede afectar el desarrollo neurológico y cognitivo, llevándolos a problemas de comportamiento y aprendizaje.
  • Obesidad y Problemas Metabólicos: Algunos disruptores endocrinos, conocidos como “obesógenos”, pueden alterar el metabolismo y contribuir al aumento de peso, así como a problemas relacionados con la resistencia a la insulina.

¿Cómo Protegerse de los Disruptores Endocrinos?

¡Aquí queríamos llegar! La realidad es que es prácticamente imposible evitar completamente la exposición a los disruptores endocrinos. Pero todas las medidas para reducir nuestro consumo pueden ser altamente beneficiosas. Como están en todos lados, muchas veces no sabemos ni por donde empezar… así que lo hemos hecho fácil. Te compartimos los primeros pasos que puedes dar para reducir los disruptores endocrinos de tu vida:

  1. Optar por Envases Seguros: Siempre que sea posible, elegir envases de vidrio, acero inoxidable o cerámica en lugar de plásticos, especialmente para alimentos y bebidas. Evitar calentar alimentos en envases de plástico en el microondas.
  2. Leer las Etiquetas de los Productos de Cuidado Personal: Buscar productos sin parabenos, ftalatos y fragancias sintéticas. Optar por cosméticos y productos de higiene personal que sean naturales o etiquetados como “libres de disruptores endocrinos”.
  3. Consumir Alimentos Orgánicos: Comprar productos orgánicos puede reducir tu exposición a pesticidas que actúan como disruptores endocrinos.
  4. Reducir el Uso de Productos Químicos en el Hogar: Utilizar productos de limpieza naturales o hechos en casa, que no contengan sustancias químicas agresivas.
  5. Elegir productos de higiene menstrual saludables: La copa menstrual, las compresas de tela, las bragas menstruales o las compresas desechables de algodón son productos que, a diferencia de los desechables tradicionales que más se encuentran en los supermercados, no contienen sustancias tóxicas. Por lo tanto, haciendo este cambio estarás eliminando los disruptores endocrinos que entran en contacto con tu piel y tu zona vulvovaginal cada mes.
  6. Informarse y Exigir Cambios: La regulación de los disruptores endocrinos varía según el país, y en muchos lugares sigue siendo insuficiente. Por eso te animamos a mantenerte informada sobre las políticas de salud pública y exigir una mejor regulación y etiquetado de los productos que contienen estos compuestos.

Los pequeños cambios importan

Los disruptores endocrinos representan un riesgo significativo para la salud pública, y aunque la conciencia sobre estos compuestos está creciendo, aún queda mucho por hacer. Comprender qué son, dónde se encuentran y cómo evitar la exposición es el primer paso para proteger tu salud y la de tu familia. Con pequeños cambios en nuestros hábitos diarios podemos reducir significativamente el riesgo asociado a estos químicos y contribuir a un entorno más saludable para todos.

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