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Historia de la copa menstrual ¿Quién la inventó y cuándo?

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Quizás hasta hace muy poco no habías escuchado hablar sobre la copa menstrual y mucho menos sobre su historia. La verdad es que solemos pensar que la copa es algo súper moderno y novedoso… pero, la verdad es que tiene más años que tú y que yo. En general, muchas de vosotras llegáis hasta CYCLO porque una amiga que utiliza la copa os la ha recomendado, pero sin saber mucho más sobre este invento. Y es que… ¿qué sabemos de su historia? ¿Te has preguntado alguna vez cuándo se inventó la copa menstrual? Pues verás, estoy segura de que te va a sorprender…

¿Cuándo se inventó la copa menstrual?

Las primeras copas menstruales empezaron a verse en el año 1867, ¡cómo lo oyes! Pero, no fue hasta la década de 1930 cuando se patentó este invento que ha formado parte del empoderamiento femenino y que no se a ti, pero que a mí, sin duda, me ha cambiado la vida. En concreto, la primera patente de la copa menstrual fue en 1932, aunque durante la década de los 30 hubo otras patentes, la más famosa la de 1937.

¿Quién inventó la copa menstrual?

Igual os sorprende, pero la primera persona en patentar la copa menstrual, y por consiguiente, a quien conocemos por el inventor de la copa fue Lester J. Goddard, ¿No os suena?

Es normal que no os suene. Casi todo el mundo que conoce un poco de la historia de la copa reconoce a Leona Chalmers como la inventora, ya que su copa fue la primera en comercializarse. Chalmers fue una mujer estadounidense que creó la patente en 1937 a la que llamó “receptor catamenial”.

Fue la más famosa y dado que no se conoce mucho sobre la copa de Goddard, ella ha sido quien se ha llevado todo el reconocimiento; y es que no podía ser de otra manera, porque ¿quien conoce mejor las necesidades de las personas que menstrúan que alguién que lo vive en sus propias carnes?



Las primeras copas menstruales

Las primeras copas menstruales que se inventaron, estamos hablando de las de finales del siglo XIX, ¡eran de sujeción externa! ¿Os imaginas ahora teniendo que sujetar la copa con cuerdas? Por suerte, la copa de Chalmers de 1937 se sujetaba con los músculos de la vagina, como las de hoy en día. Al sacar la copa menstrual al mercado, la llamó Tassette y estaba fabricada de caucho vulcanizado. 

 

En esa misma época el doctor Earle Haas patentó una empresa con un nombre que seguro que os suena: Tampax, y fue aquí donde entramos en la era del “usar y tirar”… Debido al estallido de la segunda guerra mundial y a la escasez de caucho, a Chalmers no le quedó más remedio que parar la producción.

La inventora de la copa menstrual se asoció más tarde, en los años 50, con una gran empresa para fabricar su copa. Crearon hasta una copa desechable llamada Tassaway, para hacer frente a la competencia de productos de higiene menstrual de usar y tirar, como compresas y tampones, que como decíamos, se popularizaron también en esa época. A pesar de esto, la copa menstrual no triunfó. El gran tabú de la sexualidad femenina por el que tanto luchamos ahora para romper, hizo que el hecho de que las mujeres se explorasen y conociesen su cuerpo y sus genitales fuera impensable.

Además, aunque las copas menstruales ya eran más higiénicas y sostenibles que los tampones y las compresas, en esa época no eran muy cómodas… (para que engañarnos). Eran demasiado grandes, rígidas y pesadas como para que las mujeres se sintieran cómodas llevándolas. La compañía de copas menstruales invirtió mucho dinero en campañas educativas, copas para enfermeras y hospitales, con el fin de que las recomendasen y aconsejaran en las farmacias de todo el país; pero no surgió el efecto que esperaban. Todo esto llevó al cierre de la empresa en el año 1973. Adiós a las copas menstruales… Aunque por poco tiempo (¡afortunadamente!)

 

Etapas

Años 80

 

10 años después de que Leona cerrase su empresa, la copa resurgió de sus cenizas, pero está vez fabricada en látex. Primero se comercializaron en América pero no tardaron en expandirse por el resto del mundo. Hoy en día, las copas de este material se siguen comercializando, por eso es importante que nos fijemos bien a la hora de comprar nuestra copa, ya que una de este material nos puede causar problemas e incluso alergia.

 

 

Años 2000

Llegaron los 2000 ¡yujuu! Damos la bienvenida a la silicona de grado médico, merece una ovación, aunque en aquella época no pensaron lo mismo… Aunque no terminó de triunfar, el hecho de que se empezaran a fabricar copas de silicona médica (material inocuo para la salud que no produce alergias) hizo que la copa ya tuviera alguna fan que otra. Los baños públicos de reino unido, se llenaron de pegatinas con dibujos de la copa menstrual en festivales, universidades y bares, y aunque había muchas simpatizantes; hablar de regla y menstruación todavía era un tabú. Se pusieron casetas promocionando el invento de la copa menstrual en diferentes eventos, pero la gente respondió haciendo bomba de humo.

Hoy en día

Menos mal que la sociedad avanza y cada vez, estamos más libres de prejuicios y normalizamos lo que es normal. Desde la década de los 2000 hasta hoy, ha habido un gran cambio social y cultural. El papel de la mujer y su empoderamiento ha tenido mucho que ver con esto. Creé CYCLO en 2016 como respuesta a la alarmante falta de educación menstrual. Después de varios años enfrentándome a numerosos problemas de salud ginecológica y al darme cuenta de que los tampones me daban alergia, descubrí la copa menstrual y así surgió la copa CYCLO, hecha de silicona de grado médico 100% hipoalergénica.

Pero cuidado, no todas las copas son ahora de silicona médica… Hoy en día también se han popularizado las copas de plástico o TPE (más económicas) Pero tenéis que saber que estos materiales de baja calidad pueden ser tóxicos para nuestro cuerpo. Por eso es importante fijarnos bien a la hora de escoger la copa menstrual que nos acompañará durante tantos años (¡además las de plástico no duran 10 años ni mucho menos!)

Cada vez más gente se da cuenta de que la copa es una estupenda opción para vivir su menstruación en positivo, de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente. El hecho de ser un producto reutilizable con una vida útil de hasta 10 años, te hará ahorrar todo ese dinero que tendrías que invertir en productos desechables, ¡mínimo 2000 euros es lo que gastarías durante tu vida fértil! Y así también te evitas todas esas infecciones, picores y molestias que los tóxicos que contienen nos causan.

Hasta aquí ha llegado la historia de la copa menstrual, ¿Te ha sorprendido su recorrido a lo largo de los años? La verdad es que a mi me parece increíble que un invento que nos ha ayudado tanto haya tardado tantas décadas en viralizarse… Si todavía tienes dudas sobre la copa, no dudes en preguntarnos. En CYCLO estaremos encantadas de asesorarte. Puedes enviarnos un correo a info@ilovecyclo.com o escribirnos por instagram ¡Síguenos para saber más sobre menstruación!

 

Be a #TabooBreaker

 

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