Ciclo menstrual y menstruación

Sangre menstrual ¿qué tipos hay? | Mitos y leyendas

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Sangre menstrual ¿qué tipos hay? | Mitos y leyendas

La sangre menstrual no se mira, no se huele, no se toca. Quizá porque no sabemos realmente qué contiene, y pensamos en ella como algo que hay que esconder. En algunas partes del mundo menstruar es incluso peligroso.

Hasta que un día miras. Observas el color rojizo y brillante. Y te preguntas cómo de maravilloso tiene que ser tu cuerpo para hacer que todo gire de esa forma. 

Y es que tu sangre menstrual es la única “sangre” que se derrama de forma pacífica. La única con la que se produce la vida

Durante mucho tiempo las diferentes culturas han arrojado miles de preguntas sobre la menstruación a las que no ha dado respuesta. Y ese silencio se convirtió en muchos y distintos tipos de tabúes. 

El problema del silencio, de la falta de información, es lo que hace que las personas menstruantes no se den cuenta del poder que tienen en sus cuerpos.

La sangre menstrual tiene muchísima información sobre nosotras mismas. Su color, la textura, la cantidad… son grandes medidores de nuestra salud y pueden prevenirnos ante posibles enfermedades. 

Mitos sobre la sangre menstrual a lo largo del mundo

Existen tantos mitos como culturas. Y aunque algunos sorprenden más que otros, todos contribuyen al miedo.

La sangre menstrual y la productividad

En algunas partes del mundo se cree que menstruar es “incapacitante” para la enseñanza. Consideran que menstruar inhibe la capacidad de memorizar o de aprender.

La sangre menstrual y el agua

¿A quién no le ha dado pudor bañarse cuando estaba menstruando? Al menos para mí, esa era la lucha de todos los veranos. Recuerdo que tenía mucho miedo de que alguien lo notase. 

De hecho, el agua y la menstruación parece que son las leyendas favoritas de muchas culturas. En Afganistán se cree que lavarse cuando estás menstruando puede causar infertilidad. 

No hace mucho, en España, había un bulo muy extendido sobre que el agua podía “cortar” la menstruación. 

¡Ah! Y ojo con en el mar. Se dice que si nadas teniendo la regla,  resultarías mucho más “apetitosa” para los tiburones. 

La sangre menstrual y la suciedad

En muchas partes del mundo las mujeres no tienen acceso a productos de higiene menstrual de calidad.

Y el tabú agranda mucho más su situación, ya que algunas tienen que ir muy lejos para obtener cierta privacidad.

En Nepal, por ejemplo, muchas mujeres son obligadas a dormir fuera o en cabañas especiales para mantenerlas separadas del resto. A esta práctica lo llaman ‘Chhaupadi’  y es una tradición que considera “impuras” a las mujeres cuando menstrúan.

Muchas dejan los estudios cuando tienen su primera menstruación. Y en algunas religiones tampoco se les permite ir a lugares de culto mientras estén con la “regla”.

La sangre menstrual y la muerte

Me resulta muy curioso que la sangre menstrual se identifique con la muerte en algunos países como Burundi… Cuando en realidad es todo lo contrario.

Se considera que el contacto con una mujer que esté menstruando puede ser mortal para otros miembros de la familia. 

De hecho, en algunas culturas se evita ir detrás de las mujeres en esa fase del ciclo porque piensan que podría traerles problemas de salud.

La debilidad del cuerpo en la menstruación

Pero si algo coincide en casi todas las culturas es el mito de la “debilidad” del cuerpo en el momento de la menstruación. Normalmente se asocia directamente con el dolor menstrual y a la visión de la menstruación como una “enfermedad”.

Por suerte, la educación menstrual está luchando por eliminar esta concepción y millones de mujeres empiezan a empoderarse cada día.

Los alimentos y la menstruación

El que más recuerdo es el mito de la mayonesa. Una vez me contaron que no podía hacer mayonesa cuando tenía la regla “porque no llegaría a cuajar”. 

En diferentes culturas a lo largo del mundo además se cree que las mujeres que menstrúan son capaces de dañar o pudrir los alimentos.

La “magia” de la sangre menstrual en algunas culturas

Aunque en muchas culturas la sangre menstrual se ha enseñado como algo negativo, existieron otras civilizaciones que veneraron su poder.

Los maoríes, una etnia polinesia que llegó a las islas de Nueva Zelanda, pensaban que la sangre de la menstruación se utilizaba para formar el alma de otro ser vivo. Guau.

Existe una leyenda hindú que cree que la sangre menstrual es como el océano, y que gracias a ella se creó el universo.  

Se cuenta que la Diosa Mesopotámica Ninhursag había creado a los humanos con una especie de arcilla mezclada con sangre menstrual.

Un pueblo primitivo australiano, los aruntas, creían que la sangre menstrual era “poder”. Menstruar era envidiable para ellos porque pensaban que las mujeres estaban más próximas a conocer el misterio de la vida

Y, ¿no es bonita la idea de relacionar la sangre menstrual con las flores? Pues en el medievo se utilizaban algunas referencias vegetales para explicar la menstruación, ya que la relacionaban con la capacidad de fecundar

¿Qué es la sangre menstrual?

Las leyendas y los mitos se utilizaban para explicar algo que aún no tenía respuesta. Por suerte, gracias a la investigación y a la educación hoy conocemos mucho más sobre la sangre menstrual. 

La sangre de la menstruación es el resultado de un proceso cíclico que empieza por la expulsión del tejido endometrial a través de la vagina.

Lo que muchas personas menstruantes desconocen que la sangre menstrual no es solo sangre, y no tiene nada que ver con la “corre por nuestras venas”.

Reconozco que yo era la primera que no hace mucho creía que la sangre menstrual procedía del óvulo no fecundado. Pero no: el óvulo es una célula microscópica que es capaz de deshacerse si no ha sido fecundada.

Lo que entendemos por “sangre menstrual” se produce por la degradación de la pared más interna de nuestro útero conocida como “endometrio”

Entonces, ¿por qué parece sangre? Bueno, porque también hay sangre en esa “descamación” del endometrio.

El endometrio funciona como una mucosa en el interior de nuestro útero. A lo largo del ciclo, pasa por dos fases.

Primero, gracias a los estrógenos, empieza a engrosarse y a proveerse de muchos vasos sanguíneos. Yo me lo imagino como un “nido”, que se prepara para estar bien formado por si el óvulo resulta ser fecundado.

Después, en la segunda fase (llamada también secretora), la pared interna del útero sigue ensanchándose muchísimo más, hasta formar una capa gruesa y vascularizada. Nuestro cuerpo, en este momento, se prepara para nutrir y afianzar el óvulo fecundado.

Al final, si no se ha producido el embarazo, el endometrio deja de tener sentido. La progesterona empieza a descender y se da comienzo a la rotura de la pared más interna del útero: incluídos los vasos sanguíneos y el tejido del endometrio

¿Qué contiene la sangre menstrual?

Cuando descubrí todo lo que contenía la sangre menstrual empecé a verla desde otro punto de vista. 

Nuestra menstruación contiene un gran porcentaje de tejido endometrial. Pero no todo se desprende, de hecho dos tercios de ese tejido es reabsorbido por nuestro organismo.

Y no solo eso, la menstruación contiene muchísimo más que sangre. Tiene además moco cervical, lípidos, proteínas, secreciones vaginales… Y un alto contenido de ¡células madre!

Por lo tanto, se podría decir que nuestra sangre menstrual contiene nada más ni nada menos que la materia prima del cuerpo,  a partir de la cual se pueden generar todas las demás células con funciones especializadas.

A partir de ahí y gracias a la educación menstrual empecé a preguntarme cómo podía darme asco o rechazo algo que literalmente da vida

¿Cómo debe ser la sangre menstrual?

No existe una “forma perfecta de menstruar”. Cada mujer es única, por eso hay que estudiar y analizar nuestro propio ciclo y no caer en las comparaciones.

Tú tienes una forma única de menstruar, por lo tanto estate atenta, sobre todo, si ves un cambio importante y llamativo en la textura y el color de tu sangre menstrual habitual. 

Ten en cuenta que ni siquiera el tiempo de duración de la menstruación es igual para todas. Aunque puede variar de dos a siete días, muchas mujeres suelen menstruar entre tres y siete días incluyendo un día o dos de manchado ligero al finalizar.

Aún así, existen unas señales para saber si nuestra menstruación es sana y estamos teniendo una buena salud hormonal: 

Color

¿Has visto cómo es tu sangre al natural? Porque yo aluciné la primera vez que la vi con la copa. Muchas de las compresas y tampones industriales contienen “cloro” y “falsifican” el color real de nuestra menstruación.

No existe un color idóneo, ya que a lo largo de los días durante “la regla” experimentamos cambios naturales en la tonalidad. Aún así un color rojo e intenso puede ser un indicador muy bueno de que estamos sanas y todo va “como la seda”.

Olor

¿Cuántas compresas u otros productos de higiene menstrual desechables nos prometen eliminar el mal olor? Yo solo veo anuncios en la televisión que aseguran acabar con esto. Y cuál fue mi sorpresa cuando descubrí que, al menos en mi caso, hacían todo lo contrario.

Muchos de estos productos contienen “perfumes” que son irritables y resultan contraproducentes, porque empeoran nuestra propia higiene menstrual. Por eso, te recomiendo que examines tu sangre al natural.

El olor de la sangre menstrual también es diferente según cada persona. Puede oler a hierro por los cambios en el nivel de PH, o porque la misma sangre contiene grandes cantidades de hierro. 

También puedes notar un toque ácido, porque la vagina tiene una acidez diferente a la del resto de nuestro cuerpo. Piensa que esto es normal, ya que tiene su propio “clima” para luchar contra las bacterias. 

Quizá el único olor que nos debe poner un poco “alerta” es si tiene un olor a pescado muy intenso. En ese caso, puede tratarse de una infección y lo mejor es que acudas a un profesional para sacarte de dudas.

Composición

La composición de la sangre menstrual es una tómbola. Puedes encontrarte desde grumos hasta coágulos y la mayoría son completamente normales. Todo ello proviene de la descomposición del tejido endometrial, por lo que las formas y los colores pueden ser irregulares.

Por eso, debemos estar pendientes de qué es normal dentro de nuestro propio ciclo.

Si de repente, experimentamos una cantidad mucho más abundante de coágulos de las que estamos acostumbradas, es muy recomendable acudir a un profesional, ya que podría tratarse de alguna alteración hormonal. 

Tipos de sangre menstrual

La sangre menstrual nos da muchísima información sobre cómo está nuestro cuerpo. No solo puede ser un indicativo de que algo falla, también puede ser un medidor genial para comprobar que nuestras hormonas están equilibradas.

Antes de continuar, te propongo una cosa; ¿qué te parece hacer un seguimiento del color de tu sangre menstrual durante tu próxima menstruación? Puedes descargarte nuestro diagrama gratis y empezar a apuntarlo:

Sangre clara

Si tu sangre tiene un color muy claro puede que se trate únicamente de que estás en los primeros días de menstruación y la sangre es “muy joven”. 

Aún así, si el color de tu menstruación sigue siendo claro durante todo el periodo, es recomendable que acudas a un centro médico. Puede que tengas una falta de nutrientes o un descenso de los niveles de hierro y padecer algún tipo de anemia

Sangre líquida

La sangre menstrual puede ser líquida, pero si está muy diluida puede indicar una falta de nutrientes importantes para tu ciclo.

Lo mejor es que pruebes con una dieta consciente, que te ayude a potenciar cada etapa de tu ciclo. En escuela CYCLO tenemos un curso muy interesante sobre cómo cambiar tu alimentación para aliviar el dolor menstrual y mejorar nuestra salud hormonal.

Sangre grumosa

En el centro está la virtud, y del mismo modo que no es ideal que nuestra sangre sea “muy líquida” tampoco es recomendable que sea excesivamente grumosa.

Puede ser un indicador de un desarreglo hormonal. Por eso, lo mejor es que cuidemos nuestra dieta y optemos en este caso por alimentos menos inflamatorios, especialmente los días de menstruación. 

Colores de la sangre menstrual ¿Qué significan?

El mapa de tonalidades de nuestra sangre menstrual debería ser un objeto de culto y estudio, ya que nos da pistas importantísimas sobre nuestra salud:

El flujo menstrual puede ser un poco más lento al inicio y al final del periodo. Esto hace que la sangre de menstruación se oxide y se vuelva más oscura.

Pero si el color es muy muy oscuro, puede ser un síntoma de una infección o incluso en algunas mujeres ha sido un indicador de un aborto espontáneo.

En algunos casos también puede ser “hematocolpos” o sangre menstrual retenida por alguna enfermedad congénita. Si tienes la mínima duda lo mejor es siempre acudir a algún profesional.

Sangre marrón

La sangre marrón es completamente habitual. Indica que la sangre es “antigua”. 

Posiblemente partes del tejido endometrial han estado más tiempo expuestas a las bacterias y los hongos naturales de nuestro metabolismo y se han oxidado.

Sangre muy roja y brillante

Roja y vibrante, uno de los colores más bonitos del mundo. Si tu sangre durante “la regla” es muy roja y líquida es un buen indicador de que estás sana y que tus hormonas están equilibradas.

Sangre rosada

Si te encuentras con una sangre menstrual más tirando al rosa que al rojo, puede ser porque  la sangre es muy “joven”. También puede indicar bajos niveles de estrógenos, sobre todo si tienes poca cantidad. 

Algunas mujeres también tienen esta tonalidad de sangre menstrual porque tienes ovarios poliquísticos o porque su cuerpo se está preparando para la menopausia.

Sangre amarillenta

La sangre menstrual amarillenta o anaranjada puede indicarnos el inicio de una infección. 

En este caso es importante fijarnos sobre todo en el olor: si es desagradable o huele a pescado puede ser un síntoma más esclarecedor de una posible infección. En cualquier caso, lo mejor será consultarlo con un profesional. 

¿Cuánta sangre menstrual es lo normal?

La verdad es que a mí me costó mucho identificar si mi menstruación era o no era abundante. Al utilizar compresas no distinguía cuántos mililitros de sangre perdía durante mi menstruación. 

En el caso de que no utilices copa menstrual, puedes comprobar la cantidad de sangre menstrual que tienes contando las veces que “tienes” que cambiarte. Lo habitual suele ser hasta 10 veces al día más o menos.

Si utilizas la copa menstrual podrás ver de forma más gráfica cuánta sangre “recoges” cada día. Se estima que lo normal es que cada ciclo tenga entre 30 y 50 ml de sangre, pero hasta 80 ml es habitual. 

Aunque no está muy claro: la Organización Mundial de la Salud, por ejemplo, calcula que es habitual hasta 100 ml.

En realidad, tu cuerpo no tiene que comportarse como la mayoría. Lo más importante es que prestes atención a los cambios y compruebes si se forman coágulos de sangre en la menstruación. 

Coágulos de sangre en la menstruación

A veces, las personas que tienen mucho flujo menstrual, su cuerpo tiende a formar algunos coágulos. Los anticoagulantes del cuerpo no tienen tiempo para hacer su trabajo y en este caso lo mejor es acudir a un experto.

Pero no te preocupes, también es normal que existan coágulos en la menstruación, sobre todo los primeros días del ciclo. 

Si son muy numerosos, puede ser síntoma de alguna alteración hormonal, entre otras cosas. En cualquier caso, no te quedes con la duda y ves a hacerle una visita a tu ginecólogo/a.

Menstruación sin sangre

La menstruación sin sangre puede dar mucho miedo al principio. Cuando se descarta el embarazo, tienes aún muchas más preguntas… “¿Por qué no me baja?”, “¿estoy haciendo algo mal?” 

Muchas mujeres cercanas a mí han experimentado en primer plano lo que es la “amenorrea” o ausencia de sangrado menstrual.

Algunos de los factores que condicionan la falta de sangrado menstrual son los cambios físicos extremos, el estrés, el esfuerzo físico excesivo, la mala alimentación…

Los medicamentos pueden fomentar la amenorrea, por ejemplo los antidepresivos o incluso algunos antialérgicos. También existen casos de una anomalía en los órganos sexuales, pero lo más habitual es que se provoque simplemente por un desajuste hormonal. 

En cualquier caso, ¡respira! lo mejor es que detectes lo antes posible dónde está el problema para empezar con la solución.

Ha llegado el momento de conocernos sin miedo. De derribar los tabúes desde el territorio del cambio: nuestro propio cuerpo.

Una lucha que comienza en ti misma y que se extiende a un movimiento global. En escuela CYCLO queremos que la educación menstrual sea accesible para todas las personas menstruantes.

Si quieres aprender más, no solo acerca de tu sangre, sino de todo tu ciclo menstrual CLUB CYCLO es tu sitio. Una plataforma online donde cada mes recibimos Educación Menstrual de calidad de la mano de expertas de todos los ámbitos: ginecología, nutrición, deporte, psicología, meditación, productividad, etc.

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